La
RAMA DE MADRES comparte, con todas
las comunidades de la Obra de Schoenstatt, la misma finalidad:
la
renovación religiosa y moral del mundo y quiere ayudar en la educación del
hombre nuevo en la comunidad nueva.
El
Padre Kentenich se ha referido a la
importancia de esta Rama en el contexto de todo Schoenstatt, deduciendo de allí
su aporte original a la misión universal. El 31 de mayo de 1966 les decía a un
grupo de dirigentes de la Rama de Madres:
“¿Cuál es el lugar de ustedes, como mujeres,
como madres, en Schoenstatt?... ¿Puedo dar una respuesta? Suena muy audaz, pero hay que tomarlo en serio: un lugar similar al
que la Santísima Virgen ocupa, según el plan de Dios, en la redención del
mundo…El lugar que ocupa la gran María en el plan salvífico, ha de repetirse en
el de la “pequeña María” en el mundo schoenstattiano. Sin la gran María no habría historia
salvífica (de acuerdo al plan querido por Dios) sin la pequeña María, (en este caso, las madres), Schoenstatt no puede en absoluto cumplir su
misión.”
En
la misma conferencia refiere: …“Por eso queremos darles la oportunidad de
mostrar en vosotras la imagen de María:
“Aseméjanos a ti,
y enséñanos a caminar por la vida tal como tú lo hiciste”…
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